Lo sé, si ya nos conoces, lo primero que te decimos es que evites convertirte en un 'zombie come-tendencias', pero esta es inevitable.

Como consumidores, día con día nos volvemos más exigentes, y cada vez son más las marcas que retamos... y derrotamos.
                     

En el pasado (o incluso todavía hay algunos ilusos que lo creen), el valor de un producto o servicio radicaba únicamente en sí mismo, cuánto cuesta y qué beneficios ofrece. Punto.

Hoy en día, dicha afirmación suena utópica. Pues claro, suena bien que sólo por los atributos físicos de mi producto pueda lograr diferenciarlo y que me lo compren. Ya no es tan fácil.

Ya no me basta construir mi producto con materiales de la más alta calidad, es necesario también, por ejemplo, que su proceso de fabricación sea ecológico.

O que mi servicio, pienso en un restaurante, no sólo sirva comida deliciosa, sino que sea pet friendly, mis insumos orgánicos, cruelty free y la empresa que me los provee, sea socialmente responsable. 

En los últimos 5 años, este cambio en nuestro comportamiento hacia un consumo responsable, se ha hecho más evidente.

Los expertos lo advertían, los videntes consumistas hacían sus premoniciones, pero era difícil de creer, ¿no?. Empresas movían sus fábricas a países en desarrollo para reducir costos, los productos chinos de dudosa procedencia no dejaban de popularizarse, y el consumo per cápita aumentaba constantemente.

Era de esperarse que la mayoría de las empresas hicieran caso omiso a las advertencias, no lo hacen hasta que las crisis lleguen. Son reactivas. Finalmente una pandemia llegó y el cambio no sólo fue drástico, sino imparable. Y no sólo a niveles monetarios, viles transacciones; no, al mismo tiempo, la consciencia humana hacia lo que consume, comenzó a iluminarse.

El consumidor actual necesita saber que, además de que sus necesidades se satisfarán, también lo serán las del planeta y sus habitantes, fauna, flora y humana por igual.

Empresas que despidieron empleados o que los arriesgaban a contagiarse de COVID fueron - son - señaladas. Una mayor exigencia en la rapidez y calidad del servicio, es decir, "qué tan rápido puedes ayudarme en la forma en la que necesito que me ayudes, nunca más en la que tú crees". Una percepción mucho más sensible sobre el consumo de productos animales o plásticos. La migración hacia lo digital, prefiriendo el comercio electrónico, y más si incentivo al consumo local. Cambios de hábitos, y por lo tanto de productos adquiridos... las personas por fin comenzaron a preocuparse más por su salud de una manera holística. En todos sus puntos. Ser una marca, comienza a ser un factor más que aporta salud, o no, a tus clientes.

Las marcas irresponsables comenzaron a ser percibidas como potencializadoras de las problemáticas actuales y se vieron obligadas a realizar cambios de 180º a implementar en tiempo récord para triunfar, de lo contrario, perderían el juego. Y muchas lo hicieron.

Muchos podrán decir que esta nueva tendencia está lejos de convertirse en un estándar general para cualquier empresa o que una vez terminada la pandemia todo volverá a ser como antes, pero no hay punto de retorno y es el momento justo para sumarse.

Los que realicen el cambio ahora, son los que encontrarán un mayor beneficio a lo largo del tiempo. Evitarán estos síndromes de las marcas 'post pandemia'.

Que nos mantengas bien informado sobre lo que consumimos de ti, es más fácil que nunca, y además, necesario. Pues cada vez más personas deciden informarse a profundidad. Es una preocupación real.

Pero, el claroscuro es que la mayoría de la publicidad sigue en su adicción a ser engañosa. No entiendes que la persuasión a la que nos induces (válido, si lo haces bien, y para bien) tiene que verse respaldada por cada una de las acciones de tu filosofía. Los tiempos en los que no sabíamos lo que pasaba detrás de tus vitrinas, quedó en el basurero de la historia.

Por ello es de vital importancia que dediques tu atención y esfuerzo a innovar en tu humanidad, para ser una oferta relevante en este nuevo mundo, desde tu médula y tu estructura completa.

Esta es la tendencia: Genera un sistema humano de innovación al interior y al exterior de tu empresa.