El primero es abrir tu mente, los demás son para expandirla. Por lo tanto, para innovar tu marca, antes debes hacerlo tú.

Open Innovation (OI) es una tendencia a la que cada vez se suman más empresas, en particular aquellas que compiten en mercados maduros, donde innovar pareciera más difícil.
      
                     

'Innovación abierta', significa que las ideas valiosas pueden venir de adentro o afuera de la empresa, y pueden ir al mercado hacia adentro o afuera de la empresa.

Es decir, como una iniciativa de 'Intrapreneurship', en la que se crea un producto o servicio para que funja como una unidad de negocio interna, pero independiente a la vez. Ya sea para servir a la propia empresa matriz y/o a clientes externos.

Nestlé, 3M o Kellogs, son compañías que cuentan con programas fijos de OI, donde identifican individuos que constantemente dan recomendaciones a las marcas sobre cómo mejorar sus productos o, incluso los mejoran ellos mismos.

Ah, ya sé de qué hablas, ¿se trata de Research & Development?

Sí y no.

En otras eras (y aún ahora en Latinoamérica), se busca vincular con calzador a los departamentos de OI con los de R&D (Research & Development). Y aún así no somos del todo creyentes en investigar y desarrollar.

Durante 2019, pocos invirtieron en este vital proceso empresarial. Sólo una empresa en México (CEMEX, en el puesto 965 de 2500), 5 en Brasil y 1 en Argentina: Despegar.com (esto no se trata de tener fábricas, sino intelecto).

Entonces, no es del todo incorrecto vincular estos dos procesos, pero no son necesariamente lo mismo; se complementan.

Puedes ver a la OI como un R&D 2.0, donde el esfuerzo se enfoca en descifrar y entender el futuro, no sólo estudiar los porqués del presente (por ende, la vista se queda en las glorias y fracasos del pasado).

Como es adentro, es afuera.

Regularmente son los consumidores o los trabajadores de la misma empresa a quienes les ofrecen incentivos a cambio de compartir sus ideas de manera detallada. 
Es la clave, escuchar a tus públicos, entre los cuales están tus colaboradores.


Piénsalo, ¿quién conoce mejor tus entrañas y la de tus clientes? Son quienes viven tus virtudes y defectos como empresa, enfrentándolas (y enfrentándose) a diario con las exigencias de tus clientes.

El peor error que puedes cometer es refugiarte en la comodidad, creyendo que tu producto estrella se venderá de la misma manera durante cien años, o que tu marca seguirá posicionada de la misma forma sin importar las tendencias o cambios generacionales.

Son las pequeñas innovaciones diarias, las que vienen desde dentro de tu comunidad, las que te orientan por la ruta de la innovación.

Claro, hay empresas que no tienen departamentos especializados en innovación o investigación y desarrollo, suena costoso ¿no? Además, yo soy una MIPYME, estas cosas son para las grandotas.

Depende. La creatividad es a prueba de dinero. Y la realidad golpea a grandes y pequeños, tarde o temprano.

Y además, ¿qué será más costoso?: ¿invertir en implementar un sistema donde puedas obtener y nutrir ideas?, o el irte a bancarrota por falta de ellas...

Por eso te compartimos los 5 pasos mínimos para implementar una cultura de Innovación Abierta en tu negocio, cuanto antes.

Aún y aplicando sólo el primero, mejorarás mucho.

Finalmente, no está de más que encuentres a tu empresa de Diseño de Productos y Servicios de cabecera.

Una que se encargue de enamorarse de tus problemas, de analizar el entorno de tu negocio y su mercado constantemente, para identificar y desarrollar propuestas de mejora.

Nadie te obliga a reinventarte, pero no te quejes si mueres; la razón será el desenlace natural de siempre: causa y efecto.